En la provincia de León hay 433 picos de más de dos mil metros de altitud repartidos por toda la provincia. Peña Ubiña en Babia, Peña La Cruz en el Mampodre, Pico Huevo en el puerto de Vegarada... Pero, cuando hablas con los montañeros, todos tienden hacia la misma zona: Picos de Europa. «Siempre hay dosmiles que tiran más que otros. Los que más me atraen están en Picos», reconoce el corredor de montaña Salva Calvo. «Es la montaña agreste española por excelencia, más que Pirineos. No he visto canales como las de Picos en ningún otro lugar de España».
Santiago Morán es un veterano montañero, coautor de varios libros sobre la montaña leonesa y gran conocedor de los picos de la provincia. «He estado en Pirineos, he estado en el Mont Blanc, y he constatado que como Picos de Europa no hay nada». Solo en los macizos Central y Occidental se concentran 135 de los picos leoneses que superan la cota de los 2.000. Las mayores altimetrías y desniveles están también allí, principalmente en el macizo Central, y hace falta bajar hasta el número veintiuno en la clasificación de cotas máximas para encontrar un pico fuera de esta zona: el Mojón de las Tres Provincias, en Alto Carrión, con 2.497 metros. «Además, León tiene mayores altimetrías que Cantabria y Asturias, porque tiene el Llambrión, La Palanca, Torre Santa...», apunta Santiago.
Dentro de Picos de Europa, el valle de Sajambre es otra zona a destacar. Según Santiago Dueña, del Club de Montaña Yordas, Sajambre «es una zona que, sin tener que subir a picos emblemáticos, permite mucho, y desde allí tienes opciones de subir a Peña Santa y a muchos otros». En este punto interviene Santiago Morán para resaltar que «su auténtico y antiguo nombre» es Torre Santa, y cuenta como Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, la llamó Peña Santa cuando la escaló en 1904 y el Cainejo Gregorio Pérez no se atrevió a corregirle. «Es algo que a mí también me ha pasado. Los nativos se acomplejan creyendo que hablas mejor que ellos. Pero a mí no me preocupa que se llame Peña Santa en vez de Torre Santa. Lo que no admito es que la llamen Peña Santa de Castilla, porque yo me considero leonés».
Unos cinco kilómetros al norte de Posada de Valdeón está Collado Jermoso (2.064), que ofrece excelentes vistas del macizo occidental y Torre Santa. Dispone, además, de un muy buen refugio. Desde allí se puede subir al Llambrión, La Palanca y otros picos. Para Santiago Morán «La Palanca es más fácil de subir y tiene mejores vistas que el Llambrión. Es un balcón para ver todo el macizo. Ves Torre Cerredo, ves el Llambrión, lo tienes todo». Añade además que aunque tradicionalmente se ha considerado a Torre Cerredo - que a diferencia del Llambrión no pertenece totalmente a León sino que se divide con Asturias - como la montaña más alta de Picos de Europa y de la provincia, unas mediciones realizadas hace unos años y que aún no han salido a la luz dieron más altura al Llambrión, convirtiéndola extraoficialmente en la mayor cota leonesa.
Al ser considerada la más alta, Torre Santa es una de las rutas más populares en el montañismo leonés, pero su ascensión requiere un día y medio y exige un nivel físico y técnico alto. «Es para alguien experto que conozca algo, porque tienes que poner las manos y trepar», explica Santi Dueña. «La subida normal es por el neverón de La Forcadona, coges la Canal Estrecha y para arriba». Puede hacerse desde Posada de Valdeón y desde Mesones.
Otra zona de la provincia que destaca es Babia.»Peña Ubiña me parece una montaña flipante. Es un mamotreto de roca pura, puesto ahí, que destaca por encima de todo», comenta Salva. «Por la cara oeste tiene cierta dificultad, y la bajada también tiene lo suyo». El corredor también destaca Peña Orniz, desde cuya cima a 2.151 metros de altura se puede disfrutar de vistas a las Ubiñas, el Morronegro (2.151), y el Catoute (2.117) en la sierra de Gistredo en El Bierzo. «La diferencia del Catoute, respecto a los picos de otras zonas, es que tiene más bosque».
El macizo del Mampodre, situado entre los altos valles del Porma y del Esla, está coronado por un vistoso conjunto de peñas calizas de las que Peña de La Cruz es la más alta. Con un desnivel positivo de 946 metros, se considera un pico de dificultad fácil que puede coronarse en algo menos de cuatro horas en movimiento.
La riqueza de la montaña leonesa es indudable. Salva Calvo afirma que «hay muchas montañas de León que hago todos los años», mientras que Santiago Morán recalca que «no podemos olvidarnos de que tenemos aquí algo que es extraordinario». Hacia el final de la entrevista, el viejo montañero deja caer una advertencia:»A la montaña no hay que ir deprisa, hay que ir a disfrutar de ella. Si eso, renuncias y te das la vuelta. Las confusiones pueden dar lugar a algo trágico. Hay que respetar a la montaña».